Una de las claves de la nueva ley de propiedad intelectual que ha causado mayor polémica y ha propuesto mayor más debate es la que llaman tasa Google.
Por tasa Google se entiende el pago de una compensación por la «puesta a disposición del público por parte de prestadores de servicios electrónicos de agregación de contenidos de fragmentos no significativos de contenidos, divulgados en publicaciones periódicas o en sitios web de actualización periódica y que tengan una finalidad informativa, de creación de opinión pública o de entretenimiento».
Así, el editor recibirá una compensación a través de entidades de gestión cuando sitios web agregadores de noticias como Menéame o Google News utilicen su contenido. Esto no ocurrirá con los buscadores. Se pretende conseguir que los contenidos que se compartan por la red tengan una repercusión sobre los editores.