Para saber si el coworking es para ti lo mejor es probar, debido a que se trata de una nueva forma de trabajo y hay que experimentarla. Normalmente se aprovechan los días que ofrecen de prueba, gratuitos, para visitar diferentes espacios, hablar con los miembros y comprobar por ti mismo si sientes que ese espacio y tú encajáis bien.
Las preguntas que suelen surgir antes de empezar a utilizar los espacios de coworking se resuelven allí o se plantean en persona que es más fácil y así aprovechas para ver si conectas con los otros coworkers y los gestores de espacio.
Prueba en distintos espacios y ábrete a la gente como si fueras a quedarte. Una de las ventajas que tiene el coworking es que puedes pertenecer a varios a la vez, y así aprovechar al máximo las redes de cada uno, y, claro está, aportar valor tú mismo como conector entre ellos.
¿Merece la pena el coworking como negocio?
Montar un espacio de coworking es lo mismo que montar un negocio. Hay que conseguir generar más ingresos que gastos. Esta va a depender de la capacidad de los empresarios para lograr clientes y de su habilidad para ajustar el precio del alquiler del espacio, además del valor que le den a sus coworkers.
Es un negocio que puede pagar sueldos justos y obtener beneficios. Haz antes números para asegurarte de que el local que te gusta y la inversión que exige, te permita lograr que sea sostenible. No se trata de un negocio inmobiliario al uso ya que el espacio físico no es lo único a tener en cuenta.
La comunidad de miembros es clave y para que funcione hay que trabajar. Cada uno de ellos es diferente en lo físico, pero todos son similares en cuanto a las relaciones entre los miembros. Antes de lanzarte debes comenzar por crear la comunidad de usuarios de la que, con el tiempo, acabarán saliendo los clientes. Después consigue un espacio de trabajo que te puedan prestar y lanza eventos de forma periódica para conocer a tus potenciales clientes.
Apúntate a un espacio existente y vive la experiencia como cliente para entender mejor el coworking. La comunidad del coworking, tanto los gestores como los miembros, es muy abierta y está dispuesta a la colaboración. Y sobre todo aprovecha la oportunidad para compartir y crecer como profesional y, cómo no, también como persona.