La historia de las patentes es muy amplia. Por ello, hoy Premark os contamos la evolución de éstas hasta llegar a la actualidad.
En lo que respecta a España, el primer real privilegio de invención se concedió en 1478. Dicho privilegio fue otorgado por la reina Isabel I de Castilla a Pedro Azlor (médico de la corte) sobre un nuevo método de molienda de grano.
El privilegio le otorgaba la exclusiva de explotación durante un período de 20 años y fijaba la cantidad que deberían pagar aquellos que copiaran la invención (50.000 maravedís).
Bajo el reinado de la reina Ana Estuardo de Inglaterra (1665-1714), se hizo obligatorio para el solicitante de una patente proporcionar una descripción escrita de su invención y un método para su aplicación, lo que sienta las bases de las modernas patentes.
En América, las primeras patentes fueron expedidas en 1641 por los gobiernos coloniales y los Estados Unidos introdujeron sus primeras leyes de patente en 1790.
La revolución francesa de 1789 mantuvo el apoyo a los inventores, a los que considera parte del pueblo trabajador. Se derogan los privilegios y en su lugar se habla de derechos sobre la propiedad del invento. También se redujeron los costes de las patentes y se eliminaron las patentes de importación.