En términos históricos el concepto de petentar o patentes, como otorgar un monopolio sobre nuevas invenciones, es relativamente nuevo. Si nos remontamos en la historia de las patentes podremos encontrar, que la concesión de estos privilegios se realizó por primera vez en Italia con el Estatuto de Venecia de 1474.
Este constituye que las nuevas invenciones, una vez puestas en práctica, debían ser comunicadas a la República para poder obtener protección jurídica contra los infractores. Eso sí, dichos privilegios se concedían por un plazo de 10 años.
Historia de las patentes
El Estatuto asentó las bases que actualmente mantiene el derecho de patentes. Estas exigían a las invenciones ser nuevas y útiles, es decir, no valía patentar cualquier cosa. También proporciona los derechos exclusivos durante un periodo de tiempo limitado y juzga a los infractores de dichos derechos.
Los primeros privilegios no diferenciaban entre inventores e importadores de técnicas nuevas. El único propósito de estos privilegios era asegurar nuevas tecnologías para uso doméstico y limitar las importaciones. Con la obtención de este privilegio tanto la corona como los empresarios se beneficiaban. También suponía la creación de puestos de trabajo y la estimulación de la economía.
La primera patente pertenece a John Utyman, un inglés que en 1449 inventó un proceso de fabricación de cristal usado por los vidrieros venecianos. A cambio de estos derechos le exigieron la enseñanza del proceso a todos los ingleses nativos. A él le concedieron la patente por un periodo de 20 años y no de 10, cosa que supuso el malestar del pueblo.
Tras numerosas protestas, consiguieron que se anularan todos los privilegios de patente concedidos y esto dio lugar al Estatuto de monopolios de 1623. Este concedía exclusividad al verdadero y primer inversor de invenciones nuevas durante 14 años. Con la revolución industrial se marco la historia de las patentes ya que sirvió para acelerar la adopción legislativa en los países industrializados.
Fué en Francia donde se creó la primera Ley de patentes en 1791 y Alemania lo secundó en 1877. Fue en 1883 cuando los sistemas de patentes se internalizaron con la firma del convenio de París.
En América las primeras patentes se realizaron en 1641 por los gobiernos coloniales y la primera Ley en EE.UU. fueron establecidas por el Congreso en 1790. En España se celebró el segundo centenario de la ley de patentes en el 2011.