Gracias a la firma electrónica supone un mecanismo de seguridad, con el que es posible proteger las operaciones bancarias, pago de facturas en Internet, entre otras.
Mediante un sistema muy complejo de criptografía (algoritmos matemáticos que generan claves), el emisor dispone de una clave para cifrar su información y el receptor tiene otra clave para descifrar la información enviada, la seguridad queda garantizada.
Los tipos de firma electrónica que se dan son:
- La firma electrónica de tipo ordinaria. Formada por conjunto de caracteres añadidos al mensaje de Internet, para proteger la integridad de los datos que se transmiten y así evitar que sean interceptados y/o falsificados; además de proteger la confidencialidad y seguridad de la información enviada y remitida a través de internet. Con esta codificación, el receptor puede comprobar el origen de los datos remitidos, además de la integridad e identidad de la persona que los envió.
- La firma electrónica avanzada. Se diferencia de la anterior porque es creada por un dispositivo seguro de creación de firma, mediante certificado reconocido.