La Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM) juega un papel fundamental en la protección y fomento de la innovación y creatividad en España. Su historia, marcada por evoluciones y adaptaciones, refleja el compromiso del país con la propiedad industrial e intelectual.
¿Quieres saber más? Pues hoy te lo contamos todo en el blog de Premark.
Historia de la OEPM: un viaje a través del tiempo
La génesis de la OEPM se remonta a la Junta General de Comercio y Moneda, creada en 1679, con el objetivo de impulsar el crecimiento económico. Esta junta tenía entre sus funciones la evaluación de inventos, proponiendo al Rey la concesión de Reales Cédulas de Privilegio. La documentación generada por estas actividades se conserva en el Archivo General de Simancas.
En 1824, bajo el reinado de Fernando VII, se autorizó la formación del Real Conservatorio de Artes y Oficios. Este conservatorio, creado con el propósito de ser un registro de propiedad industrial y una escuela de peritaje, consolidó el papel de archivo, custodia y difusión de todo lo relacionado con patentes.
Con el tiempo, esta institución evolucionó hasta convertirse en la OEPM, una entidad moderna y especializada que cumple funciones cruciales en la protección de la propiedad industrial y la propiedad intelectual en España.
Las funciones actuales de la OEPM
La OEPM es la entidad encargada de gestionar y otorgar los derechos de propiedad industrial en España. Este campo se divide en dos áreas principales: patentes y marcas.
- Patentes: La OEPM es responsable de examinar y otorgar patentes, que son derechos exclusivos sobre invenciones técnicas. Este proceso implica evaluar la novedad, actividad inventiva y aplicabilidad industrial de una invención. La concesión de una patente otorga a su titular el derecho exclusivo de explotar la invención durante un período determinado.