La inteligencia artificial (IA) ha revolucionado numerosos campos, desde la medicina hasta el entretenimiento, pasando por la industria manufacturera y los servicios financieros. Sin embargo, con su avance surgen nuevos desafíos, especialmente en el ámbito de la propiedad intelectual (PI).
Por ello, hoy en el blog de Premark, exploramos estos desafíos y cómo podrían impactar la manera en que protegemos y gestionamos la creatividad y la innovación.
Creación de obras por IA
Uno de los principales desafíos es la creación de obras por IA. Las IA pueden generar música, arte, literatura e incluso inventos. Esto plantea preguntas críticas: ¿Quién es el propietario de estas obras? ¿La IA, su programador o la entidad que la utiliza?
Actualmente, la mayoría de las leyes de PI solo reconocen a los humanos como titulares de derechos de autor y patentes. Esto crea una laguna legal cuando una obra es creada sin intervención humana directa. Por ejemplo, si una IA compone una sinfonía, ¿quién tiene los derechos sobre esa obra? Resolver esta cuestión requiere una revisión y posiblemente una actualización de las leyes de PI para adaptarse a la realidad tecnológica.
Derechos de autor y plagio
La capacidad de las IA para analizar y replicar estilos artísticos y literarios plantea otro problema: el plagio. Las IA pueden entrenarse con obras existentes y generar nuevas creaciones muy similares a las originales. Esto lleva a la pregunta de hasta qué punto una creación de IA puede considerarse original y no una mera copia o derivación de obras preexistentes.
Las leyes de PI necesitan clarificar cómo se aplican los derechos de autor en estas situaciones. ¿Debe considerarse plagio si una IA crea una obra muy similar a otra ya existente? Y si es así, ¿cómo se pueden prevenir y gestionar estos casos?