Los plagios literarios más famosos de la historia (II)

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Tal y como vimos la última semana, a lo largo de las últimas décadas ha habido algunos plagios literarios muy famosos. ¿Quieres saber más? Pues hoy desde Premark te recordamos algunos de los casos más sonados de los últimos años.

El plagio de Carlos Fuentes

El mexicano Carlos Fuentes recibió la acusación de plagio en 1995 por parte del también escritor Víctor Celorio. Según éste, pueden encontrarse en Diana o la cazadora solitaria (1994) unas 110 coincidencias textuales y varios personajes excesivamente similares a los de la obra de Celorio El unicornio azul, de 1985, difundida en una tirada reducida a costa del propio autor. Finalmente un juez federal desechó el caso y dio la razón a Carlos Fuentes y a la editorial Alfaguara.

El plagio de José Saramago

El escritor y periodista mexicano Teófilo Huerta Moreno acusó a José Saramago de plagio, implicando en el caso a Sealtiel Alatriste, al que parecen perseguir las acusaciones de practicar la copia.

Huerta Moreno aseguró que Alatriste, por entonces director de Alfaguara México, le había hecho llegar a José Saramago su relato “¡Últimas noticias!”, y este se había inspirado en él para ‘Las intermitencias de la muerte’.

El caso quedó abierto, pero el nobel portugués declaró que no vio y ni siquiera tocó “con la punta de los dedos el cuento del reclamante, y que si dos autores tratan el tema de la ausencia de la muerte, resulta inevitable que las situaciones se repitan en el relato y que las fórmulas en que las mismas se expresen tengan alguna semejanza”.

El plagio de la traducción de Manuel Vázquez Montalbán

Vázquez Montalbán fue condenado en 1990 a pagar tres millones de pesetas, en concepto de perjuicio moral, al profesor de la Universidad de Murcia, Ángel Luis Pujante, por plagio en la traducción que éste había realizado de la obra de Shakespeare Julio César, nada menos. Lo que descubrió el plagio fue el descuido en borrar las pistas: en la traducción de Vázquez Montalbán se reproducían las mismas omisiones que en la de Pujante. El caso sentó jurisprudencia en los derechos de los traductores sobre sus textos.

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