
Tal y como vimos la semana pasada, cuando pensamos en una marca, solemos visualizar un logotipo, un eslogan o un diseño visual. Sin embargo, en un mundo donde la diferenciación es clave para destacar entre la competencia, las empresas están explorando nuevas formas de conectar con los consumidores a través de los sentidos.
En este contexto, las marcas no tradicionales, como las sonoras y olfativas, están ganando protagonismo como herramientas poderosas de identidad y posicionamiento.
¿Quieres saber más sobre este tema? Pues hoy, desde el blog de Premark, te terminamos de contar qué es una marca olfativa o por qué hay que apostar por este tipo de marcas.
¿Qué es una marca olfativa?
Más innovadora aún es la marca olfativa. Se trata de un olor que actúa como distintivo comercial. Aunque su uso aún es limitado por razones técnicas y legales, existen precedentes, como el caso de un olor a césped recién cortado registrado para pelotas de tenis.
Registrar una marca olfativa es un proceso más complejo. El principal obstáculo es cómo representar el olor de forma precisa y objetiva, ya que los olores no pueden describirse gráficamente con exactitud ni medirse fácilmente. Aun así, algunas jurisdicciones han empezado a aceptar descripciones químicas y análisis científicos como prueba válida para su registro.
¿Por qué apostar por estos tipos de marcas?
Las marcas sonoras y olfativas permiten a las empresas ampliar su identidad sensorial. En un entorno saturado de estímulos visuales, los sonidos y olores ofrecen una forma más emocional y memorable de conectar con el público. De hecho, está demostrado que los estímulos sensoriales tienen un gran poder evocador y son capaces de generar recuerdos duraderos.
Además, estas marcas pueden ser clave en sectores como el turismo, la alimentación, los cosméticos, el entretenimiento o la moda, donde la experiencia sensorial del cliente es un elemento fundamental.
Retos y oportunidades
El principal reto sigue siendo el registro legal de este tipo de marcas. Aunque la legislación ha avanzado en los últimos años, aún existen obstáculos técnicos, especialmente para las marcas olfativas. Sin embargo, esto también representa una oportunidad: aquellas empresas pioneras que logren registrar y posicionar una marca sensorial tendrán una ventaja competitiva significativa.
En un mercado cada vez más emocional, multisensorial y centrado en la experiencia del usuario, las marcas que logren activar más sentidos serán las que destaquen y permanezcan en la memoria del consumidor.