Tal y como vimos desde Premark la semana pasada, disponer de una marca registrada supone una clara ventaja competitiva al ofrecer un derecho de uso en exclusiva.
De esta forma, las marcas comunitarias se gestionan en la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) y es la responsable tanto del registro de marcas, como de dibujos y modelos comunitarios.
Sus efectos están regidos por el Reglamento sobre la marca de la Unión Europea que en su Artículo 9 establece:
«La marca comunitaria confiere a su titular un derecho exclusivo. El titular estará habilitado para prohibir a cualquier tercero, sin su consentimiento, el uso en el tráfico económico.»
Para poder registrar una marca europea esta ha de cumplir 4 requisitos esenciales:
- Debe poder representarse de forma gráfica.
- Debe ser distintiva.
- No debe describir aquello que identifica.
- Debe ser capaz de diferenciar los productos y/o servicios a que se destina de los de los competidores.
Marca europea: clasificación
Las marcas se registran para identificar un determinado producto o servicio. Para diferenciar los productos y servicios existentes se emplea la clasificación de Niza en la que a través de 45 epígrafes se han clasificado las diferentes actividades y productos.