A lo largo de la historia ha habido cientos de inventores que han sido imprescindibles para la evolución de nuestro mundo. Por ello, en Premark seguimos descubriéndote algunos de los nombres más relevantes.
Nikola Tesla
El considerado como gran rival de Edison también tuvo un papel fundamental en la expansión de la corriente eléctrica en hogares e industrias.
En realidad, este ingeniero serbio comenzó trabajando para Edison, aunque al poco tiempo mantuvieron serias discrepancias sobre el modelo de negocio eléctrico que debería desarrollarse. Mientras Tesla defendía el uso de corriente alterna, su jefe se empeñaba en otro de corriente continua.
Al final, se impuso el modelo de Tesla, que es el que hoy hace posible que pulsemos un interruptor y nuestros hogares se iluminen. Por ese motivo, se le considera el verdadero fundador de la industria eléctrica que transformó por completo la historia de la humanidad a lo largo del siglo XX.
Stephanie Kwolek
¿Qué tienen en común Roland Garros, una misión espacial o un policía que sale ileso de un tiroteo? Que todas estas situaciones son posibles gracias a un material inventado por una concienzuda química polaca llamada Stephanie Kwolek (1923-2014).
Fue ella la responsable de que un polímero de cristal líquido de una dureza y resistencia extraordinarias cambiara para siempre la formulación de objetos tan dispares como una raqueta de tenis, piezas aeroespaciales o chalecos antibalas.
Ese material se llama Kevlar y cuenta en la actualidad con más de 200 aplicaciones que han logrado cambiar la vida de personas en todo el mundo e incluso salvar la de muchas de ellas.
Isaac Peral
También España ha dado luz a grandes ingenios como fue el caso de Isaac Peral, un marino e inventor español que vivió en el siglo XIX y que revolucionó la navegación con la invención de un submarino torpedero.
Se trataba del primer submarino eléctrico, un invento que revolucionó la navegación bajo el mar. En su presentación, esta nave fue capaz de navegar 9 km bajo el agua y acertar a un objetivo situado a 300 metros. Un invento que tuvo una influencia decisiva en el transcurso de distintos conflictos bélicos y que también alcanzaría otras aplicaciones como la investigación relacionada con la ciencia submarina o el mantenimiento de infraestructuras bajo el agua.