Curiosidades sobre patentes (II)

Para que inventos se conviertan en patentes, deben cumplir con varios requisitos como: ser novedoso, haber surgido tras un proceso de actividad inventiva y que tenga aplicación industrial. Estos requisitos se pueden considerar como comunes en el ordenamiento sobre patentes a nivel internacional.

En esta entrada trazaremos una línea del tiempo sobre la historia tecnológica en áreas muy diversas de la civilización durante el siglo XX.

Curiosidades sobre patentes

Un motor menos contaminante y con mayor rendimiento

En 1898 el ingeniero alemán Rudolf Diesel inventó algo que cambio la industria del automóvil radicalmente. Buscaba encontrar la manera de crear un motor que contaminara menos que el de gasolina y sobre todo que consumiera menos carburante.

Este ingeniero pensó que sería una alternativa al motor de combustión. No fue hasta 1910 cuando sus patentes se reflejaron en desarrollos industriales prácticos como cuando Saurer presentó el primer motor diésel orientado a la automoción. Pasaron hasta 13 años hasta que Benz incluyó este tipo de motor en su camión y 11 años hasta que llego el primer turismo a Mercedes con motor diésel.

Diesel obtuvo la patente de su invención en 1893. Un siglo después, su invención se considera como el más utilizado en España.

Las patentes y limpiar

¿Sabías que cada vez que ponemos una lavadora estamos aprovechándonos de muchas invenciones y patentes? Hasta cosas como el detergente cuenta con una protección de lo que se conoce como propiedad industrial. El primero en desarrollar un producto parecido en 1913 fue otro alemán, Otto Röhm, quien utilizó un extracto de páncreas de cerdo que contenía tripsina, una de las proteínas presentes en nuestro aparato digestivo.

Esta proteína mejoraba la eficiencia del lavado, y a partir de ahí, comenzaron a fabricarse detergentes con diferentes mezclas de estas moléculas. Las ventajas de estas moléculas en la utilización dentro de detergentes se basan en que aumentan el rendimiento del lavado, reducen los costes energéticos y el uso de agua y a la vez presentan un bajo impacto ambiental.

Diversos tipos de proteínas, como lipasas, amilasas o proteasas, funcionan de manera clave en el lavado e higiene de muchos de los productos que usamos a diario.

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