La semana pasada vimos cuál fue el origen de la palabra “patente”. ¿Pero quieres saber cuál es su historia? Hoy en Premark os lo contamos todo.
En el siglo III Ateneo de Naukratis cita un escrito del siglo III a de C. en el que se cuenta como en la ciudad griega de Síbaris (ubicada en lo que hoy es el sur de Italia) se concedían derechos exclusivos de explotación a los creadores de platos culinarios únicos y a los inventores de cualquier nuevo lujo o refinamiento.
Estos privilegios, que podrían considerarse como los primeros derechos de patente, se concedían por un año. Resulta pues curioso, que lo que hoy conocemos como sibaritismo esté emparentado tan directamente con las patentes. Y es que los lujos, casi siempre suele ser exclusivos y objeto de protección por parte de aquellos que pueden permitírselos.
Otro antecedente conocido se refiere a una primera patente (en realidad privilegio de invención, que es como se denominaban entonces) otorgada por la República de Florencia en 1421 al arquitecto florentino Filippo Brunelleschi, que recibió una patente de para que una barcaza con mecanismo de elevación llevase mármol a lo largo del río Arno. Esto le concedió exclusividad y derecho a quemar cualquier nave parecida por un periodo de tres años.
Las patentes (privilegios) comenzaron a ser habituales en Venecia, en 1450 cuando se emitió un decreto por el cual los dispositivos nuevos e innovadores debían ser comunicados a la República con el fin de obtener la protección legal contra los infractores potenciales.
El período de protección era de 10 años y no diferenciaba entre los inventores y los importadores de técnicas nuevas. Este estatuto sentó las bases actuales del derecho de patentes ya que exigía que las nuevas invenciones debían ser útiles, confería derechos exclusivos en un periodo limitado y juzgaba a los infractores exigiendo que los dispositivos copiados fueran incautados y destruidos.
Las patentes eran, en su mayoría, en el campo de la fabricación de vidrio, por lo que debido a la emigración de los artesanos vidrieros venecianos, que querían un sistema similar de protección en sus nuevos hogares, el sistema de privilegios se difundió a otros países.
La primera patente Inglesa conocida, le fue concedida en 1449 al vidriero flamenco 3 John de Utyman, por un proceso para tintar el cristal usado por los vidrieros venecianos que no se conocía en Inglaterra. Sin embargo, esta es una patente que se produce de forma aislada ya que no existe constancia de ninguna otra hasta mediados del siglo XVI.